MARÍA MARCOS DÍEZ cumplió 104 años
BIOGRAFÍA BREVE.-
La señora MARÍA MARCOS DÍEZ nació el día 2 de marzo de 1.910 en Redipuertas, ayuntamiento de Valdelugueros. Viuda de EULOGIO (pastor) desde hace 20 años, ha tenido cuatro hijos: Josefa, Constantino, Manuel (+) y Marisa. Abuela con seis nietos: José-Ángel, Elvira, Mª Carmen, Luis, Santos y Esther; y bisabuela con cuatro biznietos: María, Marta, José y Nerea.
Ha vivido en Tolibia, Utrero, Camposolillo y Boñar, donde reside desde hace muchos años en compañía de sus hijos Tino, Marisa y su yerno Jose.
Acompañada de MARISA y JOSE
CUMPLEAÑOS POR TODO LO ALTO.-
El pasado día 2 de marzo, sus hijos le organizaron una fiesta de cumpleaños, a la que acudieron amigos y vecinos; el párroco don Abel y la prensa lo hicieron por la tarde. Tuvo muchos regalos: placa-diploma conmemorativo, santos y flores.
Aunque está sorda, María es una persona muy animada. En diciembre de 2.012 sufrió una caída, partió la cadera y tuvo que estar ingresada seis meses. Postrada en una silla, apenas toma medicación y tiene muy buen apetito. Hasta comió morcilla (que le encanta) el día de su cumpleaños. Según me cuentan, María estuvo como nunca: muy espabilada, hablaba y conocía perfectamente... hasta quería ir a pasar el día a su Redipuertas natal.
Dotada de buena memoria, recuerda que, cuando iba con las vacas, cogía margazas, las cocía con agua y las comían con leche. Siempre ha trabajado en el campo, y le gustan las flores y los santos. Hasta el percance de la cadera, ella hacía la comida e iba de excursión a Portugal, Santander, Salamanca, etc., y recorría las calles con una agilidad increíble.
Marisa y Jose la cuidan con todo esmero y con mucho cariño.
DON ABEL le entregó un regalo
FELIZ CUMPLEAÑOS, SRA. MARÍA
En estos tiempos que corren,
no es fácil ser centenaria;
y sobrepasar la cifra,
es una cosa más rara.
MARÍA tuvo sus MARCOS
en la más remota infancia:
trabajo y naturaleza
labraron su dura casta.
Su origen, en Redipuertas,
en la más alta montaña;
entre el Curueño y el Porma
se forjó su noble raza.
Recuerdo bien sus cien años
en la iglesia, acompañada
por los fieles de Boñar
que acudieron a besarla.
Hoy sus hijos y sus nietos
celebran la nueva hazaña,
y los vecinos se unen
para bien agasajarla.
Su salud, inquebrantable;
su cadera, frágil caña.
Aún conserva el apetito
en la silla o en la cama.
Que Dios alargue su vida
y la mantenga animada.
¡Felicidades, María,
madre, abuela campechana!
MARISA le hace entrega de otro regalo
Hasta la prensa local se hizo eco de la efeméride
P.D.-
Una vez más, tengo que agradecer la amabilidad de Feliciano y Gelines, que me hicieron llegar las fotos del cumpleaños centenario. Gracias, paisanos.
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