viernes, 25 de abril de 2014

A VUELTAS CON EL "SANTO GRIAL"




       En las últimas fechas, EL CÁLIZ DE DOÑA URRACA (custodiado en el Museo de SAN ISIDORO) ha originado una cierta polémica a raíz de las investigaciones históricas llevadas a cabo por dos historiadores leoneses: Margarita Torres y José Miguel Ortega (autores del libro Los Reyes del Grial). Álvaro, haciéndose eco de la noticia, ha tratado el tema en su columna LA LIEBRE.













       "Uno, formado en las películas americanas más que en los textos latinos, guardaba la esperanza de que en un cacharro de la trastienda de Casa Benito le pusiera Chus una noche una última copa para que, en lugar de resaca, le amaneciese al día siguiente con toda la eternidad por delante. Un mito malentendido, como todos los que se acaban con la adolescencia de la que aún no he salido, que ahora nos resucita en San Isidoro. El lugar en el que, según una investigación histórica que ata hilos desde unos pergaminos aparecidos en El Cairo, reposa la reliquia que veneraban los antiguos en la Iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén como la atribuida a Cristo en la Última Cena. La revelación de acuerdo a la cual el Cáliz de Doña Urraca -al que los orfebres de aquí le pusieron los abalorios encima del ónice que habría salido de casa de José de Arimatea- es el objeto sobre el que gravitan gran parte de las leyendas de la Cristiandad. Otro blasón para cargar en el escudo nobiliario de esta tierra que, puestos a forzar, puede ligar al hombre que apareció en la cueva de Arintero, datado con el ADN más antiguo de Europa, con Parsifal: el último caballero que guardó el Santo Grial.

       El descubrimiento nos pilla todavía en la ebullición del estreno de Cuna del Parlamentarismo y sin digerir siquiera el rosario de autocondecoraciones que, en los últimos años, nos han adornado como espacio de uno de los primeros testimonios escritos, la Nodicia de Kesos, y del primer levantamiento contra los franceses, el 24 de abril en el Corral de San Guisán. Un episodio al que de nuevo le sobrará folklore, bombo y platillo, además de luchas intestinas de las castas universitarias, y le faltará rigor para aportarle contenido. El único modo de defender un hallazgo que puede atraer turismo e ingresos, vinculado a una oferta cultural que, sin salir siquiera de la Colegiata Isidoriana, cuenta con la espectacularidad del Panteón de los Reyes. La repetición de un modelo con el que la Iglesia forjó buena parte de su avance en la época medieval, cuando los huesos hervidos de un perro podían venderse para pasar por la reliquia sobre la que fundar monasterios y, a sus faldas, asentar poblaciones que todavía hoy perduran. La instrumentalización de un concepto, que es lo que rige el mundo.

       Con la historia que arrastramos y no terminamos de aprender. Pon otra, Chus, que nos sobra tiempo".

RECORTE DE PRENSA





2 comentarios:

Beatriz Basenji dijo...

No me digáis que hay una disputa entre dos copones por creerse lo del Santo Grial!Hay tantas versiones,como una quizá no tan descabellada que ubica en una zona costera de la Patagonia argentina el refugio de los Caballeros Templarios que,con anterioridad al mal llamado "Descubrimiento de América" enviaron sus tesoros al pequeño puerto de La Rochelle, en Francia.Que tenga noticia, solo una persona en España investigó a fondo muchos temas: la Duquesa Roja,que poseía una Biblioteca con seguridad Única en España.El resto es puro cuento! Cordiales saludos.

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Buenas tardes, Beatriz:
Cosas de la investigación "histórica" y de las HIPÓTESIS? IMAGINATIVAS. Saludos.