martes, 12 de agosto de 2014

LAS FIESTAS DE VERANO EN NUESTRO MUNICIPIO



Boñar visto desde Pico Cueto (foto cedida por AYERZA)

       Cuando hice el recorrido por los pueblos del Ayuntamiento de Boñar, fueron apareciendo los patronos de las diferentes fiestas populares. Hasta hace unos años, esas fiestas ocupaban el calendario de junio a septiembre; sin embargo, últimamente se vienen concentrando entre julio y agosto, época de mayor afluencia de familiares y veraneantes, que son los animadores de la época estival. Por eso, algunos pueblos del municipio han decidido adelantar sus celebraciones festivas al mes de agosto (Felechas, Grandoso, La Vega, Orones...).





       Otra tradición que se ha ido perdiendo con el paso de los años es la de las FIESTAS DE LOS BARRIOS. Actualmente, el BARRIO DE LAS ERAS es el único superviviente de dicha tradición.


       En homenaje a estas fiestas de pueblo y a los VERANEANTES, traigo a mi blog una de las columnas recientes de mi hijo ÁLVARO.

       
       "A las cuatro manda Heraclio sobre el tapete y florecen los veraneantes en las cantinas, rojos de pasear toda la mañana con los pantalones dos vueltas por encima de los tobillos, ahora que para andar a la última hay que vestirse como si se fuera a cangrejos. Su entrada da carta de presentación oficial al verano, que se había quedado acurrucado bajo las faldas de mayo, y con el tute encuentran el campo abierto para el máster que cada agosto imparten a los paisanos, como si se creyeran deudos de las misiones pedagógicas. Cada arrastre remarcan una sentencia de lo que habría que hacer para que no se deshaga el puerto que envereda la presa que riega los prados; cada baza avisan de lo que se pierde por no hacerles caso con el arreglo de la escuela que está a medio caer; cada vez que cantan las cuarenta se les ocurre una idea nueva para desarrollar industria a partir de la recuperación del molino; y, si cierran con las diez de últimas, se engallan del todo con un golpe seco en la mesa para informar a los demás de que no tienen ni puta idea, que así va el pueblo, que no se nos cae la boina, que se debe salir un poco para ver mundo.



El SOTO en agosto

       Al veraneante profesional, que vuelve cada año con sus mismos dejes y su incontinencia verbal, se le conoce como a los encargados por el casco blanco, la repugnancia que le causa el olor al hacer eslalon entre las boñigas, los cuellos de los polos para arriba, la pinza de los dedos índice y pulgar para levantar la copa de vino mientras chasquea la lengua, el gusto por que el gin tonic vaya adornado con tres piezas de fruta, como si fuera macedonia, y los avisos a los pastores para que aten a los mastines y pueda hacer senderismo -lo que antes era dar un paseo por el monte- sin ladridos, ni necesidad de tener que volver a poner las portilleras cuando pasa para que no se escape el ganado. El perfil es identificable en cada uno de los pueblos leoneses, donde su presencia se hace imprescindible para mantener el ecosistema en funcionamiento, al ritmo que marcan los trabajos y los días, entre mañanas tumbados al sol, tardes que se acortan para hacer tertulia y noches de verbena en las que no olvidarse de la chaquetina.

       El día que falten se les va a echar de menos, pero ahora, con agosto metido encima, hay días que se queda pequeño el caño para tirar a tantos."




2 comentarios:

José dijo...

Pedro, veo que la foto es de tu agrado. Gracias por incluirla en tu blog.
Un abrazo. Felices fiestas
José M A Ayerza

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Buenas tardes, AYERZA:
Ciertamente me encanta. Gracias de nuevo y... un abrazo. Pedro.