BOÑAR SIGUE BAJO LOS RIGORES DE LA NIEVE INVERNAL

BOÑAR difuminado bajo la nieve

       Doce días después de mi última estancia en Boñar, mi convecino JUAN CARLOS MARTÍNEZ me ha hecho llegar una serie de fotografías que componen un mosaico nevado (casi siberiano), dibujado por el coletazo (uno más) de este invierno riguroso que nos está deparando "febrerillo el loco". Gracias sinceras, paisano.

¿BOÑAR o SIBERIA?

       Aunque ya llueve (nieva) sobre... la copiosa nevada, le tomo la columna a mi hijo Álvaro que, con el título NIEVA EN INVIERNO, glosa la tópica noticia invernal. Sin entrar en comparaciones (odiosas?) sobre las nevadas del pasado, le cedo a él la pluma (el teclado).

El Caminín con La Salona de fondo

       "Nos metió la nieve en el parte y hemos tenido que espalar una semana entera para salir de la televisión antes de que nos cubrieran los tópicos. Nos habíamos acostumbrado a tener un huequín en el informativo a costa de convertir el invierno en noticia. Con esas conversaciones de ascensor que se cuelan en el prime time, abríamos los cuarterones por la mañana y nos encontrábamos a Mariló Montero acodada en el alféizar de la ventana para saludar en la conexión en directo desde "El Boñar", como nos rebautizó, que se lo perdonamos porque sabemos que no es de letras. Llegaba la hora del vino y aparecían los reporteros por las carreteras de Luna y Babia arriba hasta atollar para que comprobásemos la eficacia de los equipos militares de la UME, que ya se vio que también vuelcan mientras los tractores siguen en pie. Se nos venía la tarde encima y se alineaban las unidades móviles, incluso desde el aire, para seguir la cola de camiones que espantaban el frío en el peaje de La Magdalena, quizá para acostumbrarse antes de que la ministra de Fomento les prohíba ir por Pajares. Y por la noche, a la hora del sopicaldo, rematábamos la jornada con el alcalde de Cistierna colgado del noticiero, en uno de esos tiempos muertos de La Sexta en los que han ido al baño Pablo Iglesias, Marhuenda o Inda, para reclamar que se nos trate como zona catastrófica, cuando hay una docena de razones más acreditadas para hacernos con la consideración.

La Plaza del Negrillón

       La nieve nos exhibió a los ojos de todos con el ganado sin bajar del monte, que ya tienen delito algunos, y con los jabalíes, los venados y los corzos asomados a las trochas que abrían  las quitanieves y las palas por los pueblos, como un  vecino más que bajara por el pan. Andábamos tan entretenidos con las fotos de los móviles, que casi se nos pasa que en las Cortes se descubría la punta del Everest, ahora que los 320 trabajadores se han puesto a escribir la historia con ganas de publicarla: después de meses de EREs encadenados en los que la familia Varela les convenció para que estuvieran callados porque se podía estropear la subvención; a pesar de que acumulaban nóminas sin cobrar, han descubierto que los cuentos de Disney que editan escondían la opción de la  venta y el riesgo de la descapitalización, mientras la Junta se daba mus a ver qué cartas llevaba el resto.

       Ahora que paró de nevar, empiezan las heladas. Nos queda invierno para convertirlo en noticia."

PAISAJE NEVADO