Preparativos en la víspera de la FERIA
El día del Pilar amaneció con una fuerte helada y bajas temperaturas que hicieron que, a lo largo de la mañana, la afluencia de personal fuera más perezosa. Sin embargo, al caer la fiesta en sábado, la tarde se convirtió en un contínuo fluir de vehículos de todas las procedencias (no hay que olvidar que se celebraba un gran Corro de Aluches). Estas dos circunstancias marcaron sin duda la FERIA DEL PILAR en nuestra "Villa del Negrillón".
Como, al abrir mi blog, me encontré con un post de Conchi que nos hablaba del TRATO de antaño en Las Revillas o en la Plaza y de otras "añoranzas" acerca de nuestros PAISANOS, quiero dedicarle a mi exalumna algunos párrafos que Álvaro publicó en su columna periodística el año pasado:
Hoy, sin ganado, los múltiples puestos de la feria son una copia del rastro dominical o el mercadillo de los lunes, en los que se intercalan ofertas de ropa, calzado, pimientos, tomates, ajos, castañas, avellanas y otros productos varios... ¡Qué diferente de aquel mundo agrícola y ganadero de nuestros abuelos y paisanos!
Múltiples "puestos" en la plaza y sus aledaños
Por lo demás, todo siguió la pauta marcada por la tradición reciente: verbena de la víspera en el Espacio Multifuncional "Isidro Martínez"; misa solemne en honor a la Guardia Civil; y Corro de Lucha Leonesa en el Pabellón de Valles, recientemente remodelado.
Hay que seguir destacando el importantísimo papel de la Cruz Roja Local, así como el del Voluntariado de Protección Civil (que sustituye a la Guardia Civil en el día de su Patrona).
Ciertamente, ni la crisis con sus brazos de pulpo puede con esta nuestra feria, tradicional y concurrida donde las haya.
LA FERIA Y EL TRÁFICO DE VEHÍCULOS
LOS "ALUCHES" EN LA PRENSA
2 comentarios:
Y tan diferente a los tiempos de antaño. ¿Cuándo se vió que un kilo de castañas costara 6 euros? Señores, que son 1.000 pesetas. ¿Nos hemos vuelto locos? Como me parecía exagerado el precio le dije al vendedor (que tenía el puesto encima del reguero) que prefería comer filetes y se reía de mí diciendo que las había llegado a vender a 10 euros. ¡Increíble!
Si se lo cuentan a una de aquellas personas que hacían el trato con un apretón de manos no se lo creería.
Querid@ anónim@:
Son cosas del EURO... y de la ley de la OFERTA Y LA DEMANDA. Ciertamente, los precios se han desorbitado. Saludos.
Pedro.
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