miércoles, 26 de noviembre de 2014

VEGAMIÁN EMERGENTE EN LA DISTANCIA


VEGAMIÁN emergente (Octubre, 1983)


Ayuntamiento de VEGAMIÁN (I) y Ermita de San Antonio (D) (fotos cedidas por Enrique Alonso).










       NOTA INTRODUCTORIA.-

      El pasado día 20 de noviembre, la 2 de TVE emitió un programa dedicado a los PUEBLOS ANEGADOS POR EL PANTANO DEL PORMA. Con el título LOS DÍAS EN CELULOIDE y guión de JUANTXO VIDAL, el programa CRÓNICAS nos brindó unos minutos emotivos para los lugareños de la montaña del Porma. Fruto de la digitalización del Fondo Documental de TVE en soporte cinematográfico (que reúne casi 240.000 latas con rollos de celuloide), nos recuerda la situación de Vegamián y los demás pueblos de su ayuntamiento poco antes de la inundación, con entrevistas a algunos de sus habitantes (la Sra. Carmen, Mª Dolores, Emilio Pereda), así como al ingeniero-jefe, Sr. Palancar, que comenta que "los objetivos fundamentales de esta presa son el regadío y la producción de energía hidro-eléctrica y, como objetivo secundario, la protección contra crecidas y el aprovechamiento turístico del lago que forma el embalse". En total, fueron desalojados 279 vecinos, indemnizados con 324.000.500 pesetas en 1.967-68.

       Como invitado de excepción, asistió el escritor JULIO LLAMAZARES (el hijo del maestro), nacido en Vegamián, y que, entre otros mensajes, nos dice que "... impresiona verlo. Yo he conocido a algunas de estas personas, que todavía viven, y todavía siguen como fuera del mundo..."

        Por motivos técnicos, el pantano fue desecado en dos ocasiones: en los años 70 y en los 80 (a la primera corresponden algunas fotos del reportaje). Precisamente mi hijo, Álvaro, fue testigo de la segunda desde el MIRADOR DE VEGAMIÁN en compañía de su abuelo y primos (foto de arriba). Por eso, su referencia en la columna periodística no podía faltar y, con el título GALOCHAS, evoca el momento histórico de este "genocidio" (tal como lo califica Julio Llamazares).



Secuencias en celuloide

       "Se ve un rosario de galochas a la puerta de una casa, como barcas abandonadas cuando baja la marea; ahí puestas, indisciplinadas. Hay una paisana sentada en el poyo de la iglesia que dice que se tiene que ir de su casa y su pueblo, una moza que se ve joven y por eso no tiene "miedo de la vida" y un paisano que defiende que, además de leonés, "por si esto fuera poco, es montañés, y esto ya es bastante". Son fotogramas en blanco y negro. Celuloide en 8 milímetros rescatado de debajo de las aguas del pantano del Porma y que sobrevive en los archivos históricos de TVE. Una memoria que no tengo. Nunca estuve allí cuando bullía la vida entre las calles, aunque he vuelto varias veces a buscar entre las piedras que quedaron en Utrero de la casa del tío Ramiro, el padre de mi abuela Rogelia, después de que la CHD fuera cómplice del expolio de los sillares y todo se viniera abajo desparramado por el corral, cubierto de ortigas y verdín como un vestigio histórico. No es muy diferente de lo que empieza a ser León: un "paisaje lunar", como definió Julio Llamazares a las imágenes que quedan cuando se retiran las aguas, pero que se esparce por toda la provincia sin que nos hayamos dado cuenta aún del desierto que avanza entre nuestros pies.


Julio Llamazares contempla con nostalgia el panorama desolador de su pueblo natal

          Ahora no nos echan para que rieguen los de abajo, pero nos empujan fuera con el cierre de empresas cansadas de esperar las infraestructuras prometidas hace lustros, el recorte de las becas de estudios, la eliminación de inversiones para desarrollar sectores estratégicos, la potenciación de los polos industriales castellanos de Burgos y Valladolid a costa de abandonar al resto, el entierro incentivado de la minería, la proliferación de redes clientelares entre grandes empresas e instituciones públicas para especular con las subcontratas de sueldo precario, el dictado de leyes de ordenación territorial pensadas por urbanitas que creen que los pueblos deben ser reservas indias, la conversión de las políticas de agricultura y ganadería para favorecer los cotos de los terratenientes de las grandes marcas amigas y los intermediarios, la reducción de los recursos naturales a un parque temático para cazadores con Visa Oro y señoritos de casa rural que salen a setas con la bolsa de papel de Zara...

       No nos va a quedar ni siquiera el consuelo de hallar la senda de vuelta a casa por el reguero de las madreñas que la anunciaban".


RECORTE DE PRENSA



MI COMPOSICIÓN MUSICAL






2 comentarios:

José dijo...

Como siempre, sin quitar valor ni mérito a las demás fotos las de D. Enrique, son documentos históricos de Boñar.
Como siempre, fenomenal tu pagina del recuerdo para Vegamián y su entorno. Gracias nuevamente
José (Ayerza)

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Buenas noches, JOSE:
Gracias infinitas por tu fidelidad a mi blog. Un abrazo. Pedro.