miércoles, 15 de febrero de 2012

A DON FORTUNATO: "IN MEMORIAM"


DON FORTUNATO con una excursión en Covadonga (foto de Manuel Gª Ripado)


     DON FORTUNATO ROMÓN PISONERO, nacido en Fontihoyuelo (Valladolid) en 1929, falleció en León el 19 de febrero de 2009.

    En julio de 1963, nombrado por el Sr. Obispo de la diócesis, vino como párroco de Boñar para sustituir a Don Silvio. Venía procedente de la parroquia de Trobajo del Cerecedo (León).

    Sacerdote de gran agudeza intelectual y portentosa facundia, de carácter dinámico y nervioso. Probablemente, a Don Fortunato le tocó estar al frente  de la parroquia de Boñar en la etapa más compleja: 1963-1980; antes y después del cambio político. Con dos hechos históricos destacables: años del Seminario Agustiniano (en el antiguo sanatorio) e incendio de la antigua sacristía (5-03-1965), en el cual se perdieron siete pasos de Semana Santa, con tallas de los siglos XVII y XVIII de gran valor artístico. El primero de los hechos dio lugar a un cierto "enfrentamiento" con los agustinos, al culparles de una especie de bicefalia en la parroquia: los habitantes de la Corredera iban a misa a "los agustinos"; el resto de los feligreses iban a la Iglesia de San Pedro Apóstol. El segundo de los acontecimientos, quizás, acentuó aún más el dinamismo de D. Fortunato.

     De su emocionada despedida, el 28-09-1980, con la iglesia abarrotada de feligreses, me gustaría entresacar algunos datos:

      "... Quiero destacar dos fechas cruciales en mi biografía: el 14 de julio de 1963, en que pisé por primera vez esta iglesia y me puse a vuestro servicio; y la de abril de 1941 (primer año de seminarista en que conocí de cerca la que, pasados veintidós años, habría de ser mi segunda parroquia..."  (El párroco de Boñar, entonces, era don Pedro Recio -antecesor de D. Remigio-, "un párroco anciano y venerable, santo y sabio...", en palabras de D. Fortunato).
       "... Sólo quiero deciros dos palabras: Gracias y perdón".
       "... Gracias por vuestra colaboración espléndida y masiva en los momentos duros..."
       "... A los amigos del alma de la Adoración Nocturna... a los catequistas... a las Marías de los Sagrarios... a los miembros de la Junta de Semana Santa... a las encargadas de la limpieza de la iglesia... a los componentes del Apostolado de la Oración... a las autoridades... A los cursillistas de Cristiandad. Gracias a todos, gracias por todo..."
      "... Con todo, tengo mucho miedo de que no me haya portado como vosotros merecéis... Con humildad de sacerdote de Cristo, os pido perdón..."


     Pasó después a analizar las cuatro etapas de su vida y  los momentos más grandes en su actividad sacerdotal:

     "... Diez años en mi tierra natal de Campos; doce años en el seminario de León; diez años en mi primera parroquia de Trobajo del Cerecedo... y diecisiete años (la etapa más larga de mi vida) en esta parroquia de Boñar... Contadme siempre entre los que llevan a Boñar en el alma..."         
        "... Ahora, permitidme un desahogo del corazón para traer aquí a todas aquellas personas con las cuales yo intervine en los momentos más grandes de su vida... A los que bauticé... A los que uní en el sacramento del matrimonio... y a aquéllos a los que acompañé en los últimos momentos de su vida... Vosotros sois (vivos aún o difuntos ya) mi corona y mi alegría (que decía san Pablo a los fieles de Filipo)..."

     Y, como colofón brillante, lo que él calificó como "momento más duro de la despedidapara dirigirme a vosotros, queridísimos chicos y chicas que formáis el coro parroquial de Boñar:

    "... Ese coro, satisfacción de las más hondas que ha sentido el párroco en esta parroquia... ambientación, la más preciosa, para todas las misas del domingo y las fiestas del año; admiración de los que vienen de fuera a oir misa... Ahí estáis, en un testimonio impresionante de constancia y de entusiasmo..."



Actual CORO PARROQUIAL de Boñar

     Abrazándonos a todos en el momento de  la paz (en un abrazo personificado simbólicamente en un monaguillo), nos decía para terminar:


La Iglesia y el Negrillón, en la actualidad

      "... Cuando cierre la iglesia, daré un beso a esta iglesia a la que tanto amé, en la que tuve encerrado el corazón... Y, como no puedo meter el corazón en ella, la meteré a ella en mi corazón. Así, la Iglesia -símbolo de la fe de Boñar- y el Negrillón -símbolo de la fe centenaria y recia de este pueblo- seguirán unidos para mí en un mismo sentir, en un mismo amar... Me aparté de la sombra del Santuario de la Virgen del Camino (que no me alejé) para venir a la parroquia de Boñar. Me aparto de Boñar (que no me alejo) para volver a la sombra del Santuario de la Virgen del Camino... Que Ella, la Madre bendita de nuestros caminos, para vosotros y para mí sea Camino en los caminos de nuestra vida".

     Bonito y cariñoso cierre en el 50 Aniversario de la Coronación de la Virgen del Camino: ejemplo de fe, de obediencia y fidelidad en el apostolado sacerdotal de este nuestro -para siempre- párroco: DON FORTUNATO ROMÓN PISONERO. Descanse en paz (R.I.P.).




11 comentarios:

Amable dijo...

Magnifico post sobre Don Fortunato y muy emocionante la homilia de despedida. Pedro, guardas de todo!!

Tengo un recuerdo algo lejano de él ya que cuando se fue de Boñar yo tenía 13 años, pero me dió la primera comunión y tuve muchas horas de misas y catequésis dominicales siendo párroco. Recuerdo que pasaba por mi calle todos los dias de camino a la Iglesia (con sotana) y a muy buen paso. Un cura de "los de antes" en el buen sentido.

Saludos. Amable

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Amable:
Gracias sinceras por tu apoyo "incondicional". Aparte mi "hemeroteca particular", he tenido que consultar otras fuentes y, sobre todo, tener buenas relaciones con LA IGLESIA (con la que procuro no enfrentarme). Un abrazo, chavalote. Pedro.

Arsenio dijo...

Me he emocionado al leer este merecido homenaje a este hombre tan valioso (e incomprendido) de la historia reciente de Boñar a quien, en efecto, le tocó servir a nuestro pueblo en tiempos recios, difíciles, de cambiio. Era un hombre serio, de fe viril, y un gran orador, cuyas homlías eran profundas y fácilmente comprensibles por todos. Descanse en paz, siervo fiel y bueno. Y gracias por su tetsimonio y por su entrega a nuestro pueblo.

Mª Luisa dijo...

Efectivamente D. Fortunato levantó pasiones en Boñar pero también levantó ampollas como toda persona entregada y comprometida. Yo ya no estaba en Boñar en su partida pero fué el cura de nuestra juventud y en corta etapa fuí catequista.
Le tocó una etapa dura y de cambios eclesiasticos pero también creo que fué su época de cambios estructurales en nuestra iglesia: el altar de cara al pueblo, la puerta de la torre, el púlpito y los confesonarios (gran artista Isidorín), la iluminación,...
Para no olvidar
Abrazotes
Mª Luisa

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Arsenio:
Corroboro plenamente tus palabras y valoraciones atinadas -como siempre-. Saludos desde la distancia. Pedro.

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

MªLuisa:
Efectivamente, para no olvidar. Las grandes personas, aunque susciten polémica, perduran en el tiempo y pasan a la posteridad. Te digo lo mismo, no se te escapa nada (tienes memoria histórica). Muchos, muchos... besos

Anónimo dijo...

Otro de los hechos históricos durante la estancia de D. Fortunato en Boñar fue la marcha del pueblo de las Hermanas Carmelitas. Eso sí que fue una gran pena. Ellas educaban a muchas niñas y jóvenes. Cambiaron mi vida completamente.
Qué pena da ver en lo que ha quedado su casa, su huerto y su patio...porque para mí sigue siendo su casa.
A ver si podéis hacer un post sobre ellas.
Gracias.

manuel dijo...

Yo también pongo mi grano de arena a su recuerdo. Aunque toda mi infancia y algo más fue D. Remigioel que pastoreaba Boñar, cuando cante mi primera misa era D. Fortunato el que estaba. Por supuesto esto siempre se recuerda. Posteriormente, como es lógico, tuve muchas conversaciones con él y corroboro que era leido, agudo,con pizca de ironía e interesado por los trabajos de los hijos del pueblo que estabamos fuera. Tengo muy buen recuerdo de él.

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Sr./Sra. anónimo/a:
Me alegro de que, en este medio tiempo, mi compaisano Manolo "El Cuco" haya dado satisfacción a su ruego en el blog EL MARAGATO EN LA TORRE. Gracias, Manolo, por el capote que me has echado. Y a vd. cordiales saludos. Pedro.

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Manolo: bienvenido sea tu GRANO DE ARENA. Poco a poco, ya vamos haciendo un montón. Suscribo todos los adjetivos que dedicas a Don Fortunato: Como dice Amable, un "cura de los de antes" (en el buen sentido de la expresión). Un abrazo, paisano.
Pedro.

Pili Romón dijo...

Estimado Pedro,

Me ha emocionado todo lo que ha escrito sobre mi tío al que siempre estuve muy apegada.

Guardo maravillosos recuerdos de èl y de Boñar cuando iba en verano con apenas 7 años a pasar el mes de agosto con mi mi tío y mi abuela.

Realmente ha hecho que me retrotraiga en el tiempo y viaje a través de mis recuerdos más de tres décadas.

Por todo ello muchas gracias y mi mas profundo agradecimiento.Pili Romón.