martes, 3 de septiembre de 2013

DESDE LA COLUMNA AJENA (17): "PAN DE PAJARINES".


 
 
       Ya lo canta la melodía tradicional: "Cuando llegue septiembre, todo será maravilloso..." Atrás quedan las vacaciones de verano, el calor, la playa, los viajes; y volvemos a la normalidad, a la rutina cotidiana. Comienza el curso (para los peques y para los mayores) y hay que preparar todo lo necesario para la vida escolar y académica. Hasta los políticos regresan a su actividad parlamentaria. Se acerca el otoño y, con él, la policromía de la naturaleza. Una vez más, vuelvo a subirme a la columna de LA LIEBRE para recuperar energías y afrontar la cotidianidad.
 
 
      "Traía el pastor el zurrón lleno de tesoros cuando bajaba de las brañas que le había arrebatado al monte para dar acomodo de pasto al ganado. El regalo para los rapaces que esperaban ansiosos la llegada de la aguijada que guiaba a los rebaños, las vacadas. La mano que portaba los restos de la merienda que había quedado, después de guardar el sueño al lobo emboscado en las mantas de los robledales. La ofrenda para los guajes. El PAN DE PAJARINES que valía por un banquete en la mejor mesa del más lato de los palacios, cuando la escasez colmaba de necesidades los manteles y en las casas, de acuerdo a la dieta del cura de aldea, unos días tocaba pan y otros, ostias.
 
 
     

       El pan de pajarines se hace menú del día en esta sociedad de recortes, ahorro, despidos y optimización de los recursos de acuerdo a un plan empresarial, muy alejado de los criterios sobre los que se nutrió de contenido durante décadas, con el esfuerzo de sucesivas generaciones, el concepto de estado del bienestar. Un lugar común ahora, poco más que el esqueleto de la sociedad de desarrollo a la que se ha convencido de que es culpable, que vivía por encima de sus posibilidades, que debe purgar los pecados para salir de la crisis. Las mermas que se prometió que no repercutirían en la prestación de los servicios, que no disminuirían la asistencia a los contribuyentes que dan sentido al sistema. Las promesas que, con el tiempo como verdugo, empiezan a descubrir el dobladillo de las decisiones de la Junta en la provincia leonesa. Las aristas que, en una semana, dejan al descubierto que, cuando comience el curso en apenas unos días, habrá 40 profesores menos, sin que la Consejería de Educación se haya dignado a valorar la medida, y que la lista de espera de la sanidad crece poco a poco, mientras se dejan inopertivas camas del hospital porque se argumenta que no son necesarias, se encubre el cierre de la unidad del dolor con excusas de mal gestor y se mantienen sin cubrir las bajas para intentar convencer a la gente de que la culpa es del personal porque no trabaja lo suficiente.
 
 
 
      Las migajas de la merienda en la que siguen los mismos pastores, aunque quieran convencernos de que la culpa no es suya, que en todos estos años de atrás ellos estaban de Erasmus en Finlandia. Más PAN DE PAJARINES".
 
 

 

 

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