Premio al "Valor humano de la pandemia"
Tu mejor legado humano
Lo primero que me viene a la memoria es el dicho "no hay dos sin tres", y espero que el de "a la tercera va..." no sea la definitiva, pues aún te quedan muchas crónicas y columnas que publicar en tu DIARIO DE LEÓN. ¡Enhorabuena muy, muy cariñosa de tu madre y mía!
Al margen de tu familia (que puede tener una opinión subjetiva e interesada), quiero hacer hincapié en la valoración de dos de tus compañeros del periódico: MARCO ROMERO y PACHO RODRÍGUEZ. Marco, entre otras cosas, dice de ti lo siguiente: "Salió a la calle a pecho descubierto cuando nada se sabía del horror que recordaremos para siempre. Hizo periodismo con mayúsculas... Vivió el dolor y lo contó con los únicos filtros del rigor y la honestidad, dos moléculas que van en el ADN del periodista leonés Álvaro Caballero Villa (Boñar, 1980)". Y PACHO te dedica, entre otras, estas perlas: "Salía a contar la nada. Una nada que daba miedo y un enemigo invisible en forma de virus al que casi no sabía uno ni cómo llamarlo... Si existe el periodista de raza, puede que Álvaro Caballero sea uno de los mejores exponentes, capaz de observar de lo local a lo universal con la curiosidad de quien tira con pasión del hilo de la noticia..."
El JURADO DE EXPERTOS de los medios de comunicación de Castilla y León, por su parte, destaca lo siguiente: "Todos sus artículos comparten la intención de estar en la calle a diario, gracias al papel de testigo privilegiado con el que se distinguió la prensa, y el formato de crónica que avalan su presentación como conjunto".
PERIODISTA DE "UNA PIEZA"
Por tercera vez nos brindas
un premio muy distinguido,
con un jurado de expertos
que valoran el oficio.
Ellos han visto tu entrega,
en momentos de peligro,
para salir a la calle
y practicar PERIODISMO:
"No contaminar la escena",
honestidad, altruismo...
son valores que tú tienes
desde los tiempos de niño.
Siempre te gustó escribir
de los demás, de ti mismo,
sin pecar de pretencioso,
con un estilo sencillo.
Cuando las redes se encuentran
infectadas de egoísmo,
no es fácil ser natural,
transparente y objetivo.
No basta contar las cosas
sin pasión ni contenido,
hay que meterse en la piel
del que se siente oprimido;
del que sufre marginado,
sin amparo ni cobijo,
y se entrega con afán
y lucha a brazo partido.
Sólo así vamos haciendo
un mundo más constructivo,
que lucha por los demás
y se olvida de uno mismo;
una familia de hombres
generosos, divertidos,
una sociedad más justa
que supere los prejuicios.
Tus crónicas son reflejo
de un universo infinito,
que va surgiendo a tu paso
y termina con sentido.
¡Gracias por ser como eres:
un buen padre y un buen hijo;
sigue firme en tu trabajo,
con paso recio y buen tino!
Y ASÍ LO CELEBRÓ TU PERIÓDICO
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