Boñar visto desde el Pinar de Adrados
En las últimas décadas, han sido numerosos los poemas que he compuesto sobre BOÑAR (mi pueblo de "pacimiento" -como reza en la cabecera del blog-). Hoy, después de 118 posts o entradas, quiero traer a colación uno que hice en el año 1983 con motivo de las fiestas sanroqueñas, cuyos ecos recientes perduran aún en la memoria popular.
Retablo de la ermita de SAN ROQUE
A MI PUEBLO
Villa noble, de largas tradiciones,
con los Picos de Europa vinculada,
a otros pueblos tus aguas saludables
agruparon, al pie de la montaña.
En el siglo primero de esta era,
los Romanos te vieron ya lozana
y tus aguas termales explotaron,
dando origen a un pueblo y a una casta.
Campesina, minera, comerciante,
vas creciendo con toda tu comarca
hasta ser "capital del Alto Porma",
atractivo estival de tus moradas.
Los iberos, los celtas, los romanos
han marcado sus huellas por etapas;
con los godos se deja lo profano,
y se reza, se vive y se trabaja.
Con realengos, condes y señores
tu familia se encuentra emparentada
y, a comienzos del siglo ya pasado,
tu población, por tres multiplicada.
Maragato, Negrillo, Nicanores
son emblema y orgullo de tu raza,
traspasando fronteras y naciones,
escribiendo tu historia y tu semblanza.
Tus paisanos celebran hoy la fiesta
con verbenas, concursos y algazara;
veraneantes, amigos y allegados
forman piña en las calles y en las casas.
Que SAN ROQUE nos libre de otras pestes,
nos hermane y proteja con su capa
y, al final de los tiempos, en la noche,
no añoremos los frutos y la calma.
Torreta recién restaurada
Fiestas de SAN ROQUE 2012
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