jueves, 3 de junio de 2021

UNA CALLE "PEATONAL": LA CALLEJA DEL TINTE (C/ MIGUEL CARRASCO)


En pleno remozamiento


Ya remozada

       Aunque, desde tiempo casi inmemorial, esta corta y recoleta calle-travesía estuvo cerrada al paso de vehículos de motor, los peatones (y bicicletas) tenían acceso libre. No obstante, hablando recientemente con el primer teniente de alcalde, Ceferino Gil, se sentía orgulloso al decir que esta arteria (enlace C/ Escuelas con la Avda. Constitución) era la primera y única CALLE PEATONAL de Boñar (y no le faltaba razón). Veamos el motivo.

      En los últimos días, el Excmo. Ayuntamiento ha procedido a la remodelación y acondicionamiento de la calle: con adoquinado nuevo, desagüe central de aguas de la lluvia y soterramiento del cableado eléctrico y telefónico. 

      Anecdotario.-
      En su blog HISTORIA DE BOÑAR, mi pariente Juan-Carlos García Caballero, publicó una entrada referente a esta típica calle con nombre doble: C/ MIGUEL CARRASCO / CALLEJA DEL TINTE. Con su aquiescencia anticipada. publico yo en mi blog un "árbol genealógico de las familias GARCÍA-NUEVO y SÁNCHEZ-CARRASCO".


       Volviendo al "paso de bicicletas", cuando mi hijo Álvaro y su primo David eran unos infantes (década de 1980), pasaron lanzados desde la C/ Escuelas para cruzar a casa de su abuela Rogelia (+), en la Avda. de la Constitución; y, como la visibilidad del cruce es nula, atropellaron a un coche que bajaba de la montaña. El conductor, natural de Pallide, todavía no se recuperó del susto morrocotudo, al tiempo que los dos guajes salieron corriendo para esconderse en el portalón de la abuela, y abandonaron sus bicis en la carretera. Afortunadamente, no fue más que un percance que pudo terminar en "tragedia". Hoy en día, el peligro para ciclistas sigue estando ahí al acecho. ¡CUIDADO!



La CALLEJA DEL TINTE, durante y después del remozamiento



LAS CALLES DE MI PUEBLO

Es verdad, no están lo mismo
y, con el tiempo, han cambiado:
con el arreglo de aceras
y con su firme asfaltado.
Sin embargo, los mayores
añoran tiempos pasados:
con sus típicos balcones
y con su suelo "empedrado".
Pero es cierto que LA PLAZA
está perdiendo su encanto,
con casas deshabitadas
y con comercios cerrados.

Lo mismo ocurre, con pena,
en la vida de los barrios;
la población se ha perdido
y no es fácil remediarlo.

Esperemos que muy pronto
consigan solucionarlo
generaciones futuras,
que recojan el legado.

Mi pueblo ya no es un pueblo,
que mi pueblo lo han cambiado.

 

2 comentarios:

Cris dijo...

Como siempre, Pedro, lo has bordado. Cómo me gusta leer tus versos bien hilados. Un beso

Pedro Caballero Rodríguez dijo...

Otro besote para vosotros.