Una semana después de la fiesta patronal del SANTO CRISTO DE LOS AFLIGIDOS, y con las llaves que me había proporcionado Don Abel, me presenté a media tarde en este pueblo, situado en lo más alto de nuestras montañas, con el fin de visitar su iglesia parroquial, dedicada a SAN MIGUEL ARCÁNGEL. Aparco el coche a la sombra, frente a la iglesia, y enseguida aparece una niña merodeando de acá para allá en compañía de unos perros. Abro las dos puertas (pórtico y entrada) y me encuentro el templo completamente iluminado.
En la sacristía (situada en la parte posterior del altar mayor), además de armarios para los ornamentos sagrados y otros objetos de uso en el culto, destaca una cadena que desciende desde la torre para tocar la campana y avisar a los feligreses.
Terminada mi visita a la iglesia, volví a tropezarme con la niña de los perros, que resultó ser sobrina de la familia Huerta. Ella me informó del paradero de su tía Carmen y, después de localizarla en casa de una vecina, nos saludamos y charlamos ampliamente sobre la visita del año pasado, cuya entrada de blog ella no había visto todavía (cosas de la cobertura de Internet, que no llega a los habitantes de este valle entre montañas). Fue la propia tía quien me recordó que Rucayo es conocido por el famoso luchador Juan Antonio Suárez que, con poco más de 55 kilos, podía con todos (dicho queda, Carmen). Me despedí con amabilidad agradeciendo su información y reemprendí viaje hacia Boñar. Antes de abandonar el pueblo, no obstante, hice una fotografía de la Casa de Concejo.
Vistas del interior de la Iglesia de SAN MIGUEL ARCÁNGEL
La iglesia parroquial de Rucayo, de amplias dimensiones y aspecto colosal, se terminó de construir en 1817. Es de mampostería, con una sola nave; presenta un pórtico cerrado con arcadas al sur, y tiene una torre con espadaña al este. En su interior, encontramos un púlpito a la antigua usanza y un coro de madera en la parte posterior. La iglesia ha sido remozada en los últimos años.Terminada mi visita a la iglesia, volví a tropezarme con la niña de los perros, que resultó ser sobrina de la familia Huerta. Ella me informó del paradero de su tía Carmen y, después de localizarla en casa de una vecina, nos saludamos y charlamos ampliamente sobre la visita del año pasado, cuya entrada de blog ella no había visto todavía (cosas de la cobertura de Internet, que no llega a los habitantes de este valle entre montañas). Fue la propia tía quien me recordó que Rucayo es conocido por el famoso luchador Juan Antonio Suárez que, con poco más de 55 kilos, podía con todos (dicho queda, Carmen). Me despedí con amabilidad agradeciendo su información y reemprendí viaje hacia Boñar. Antes de abandonar el pueblo, no obstante, hice una fotografía de la Casa de Concejo.
COLLAGE DE LA VISITA VESPERTINA A RUCAYO
No hay comentarios:
Publicar un comentario