La misma tarde en que visité Rucayo, al regresar, me detuve en VALDEHUESA, otro pueblecito rodeado de montañas excepto en la lengua que penetra del embalse del Porma. Apenas aparqué el coche a la sombra, cerca de la fuente del rebeco, apareció la presidenta de la Junta Vecinal, Ana (Mª Isabel Álvarez), la mujer de Javi. A pesar de la escasa cobertura de los teléfonos móviles, ella estaba al tanto y ya me había visto pasar hacia Rucayo una hora antes. Nos saludamos y rápidamente buscó la llave de la iglesia para empezar la visita.
Vistas del interior de la Iglesia de Santiago
La iglesia parroquial, dedicada a SANTIAGO APÓSTOL, fue reedificada en 1899 gracias a D. Celedonio Pereda, hijo del pueblo y vicario capitular de León. Se trata de un edificio de mampostería cuya espadaña alberga dos campanas recientemente restauradas (gracias a los desvelos de la presidenta), y que datan de 1706 y 1881. Pórtico lateral con columnas de madera. Tiene una sola nave con cubierta reforzada mediante arco fajón de medio punto. La cabecera se divide en tres altares. Los archivos parroquiales conservan libros de fábrica y de inscripciones de bautizos, casamientos y fallecimientos de los siglos XVIII y XIX (ver foto-leyenda de la parte superior dcha.).
Fotos-detalle de la sacristía, situada en la parte delantera-derecha
Acabada la visita a la iglesia, tomamos el coche todo-terreno de Ana y nos fuimos a ver la última obra para la práctica de DEPORTES ACUÁTICOS, ubicada en las estribaciones del pantano y cerca del Museo de la Fauna Salvaje.
Realizada con una subvención de 225.000 euros, concedida por la Junta de Castilla y León para entidades turísticas con zonas de ocio, está pendiente de los últimos retoques para ser inaugurada.
Acceso, senderismo, bar-chiringuito, pantalán y barbacoas.
No me extraña que Ana se sienta orgullosa y satisfecha de la realización de este proyecto, en el que me consta que ha invertido mucho tiempo y ha realizado múltiples gestiones (pues algo ayuda también lo de ser concejala del Ayuntamiento de Boñar).
Aunque el compaisano Alfredo Hurtado lo ha sacado en La Crónica de León recientemente, quiero comentar con brevedad algunos otros detalles técnicos. Además del acceso cercano al Museo, se ha acondicionado con zahorra el viejo camino de Campillo, próximo a la iglesia. Se ha construido una traza de hormigón de 250 metros hasta dentro de las aguas del embalse. Se ha dotado de luz eléctrica y agua limpia canalizada desde los depósitos de Valdehuesa, así como una nueva depuradora. Se trata de una zona debidamente dotada para el piragüismo federado (ya se han realizado varias competiciones), y también para el alquiler de barcas de pedales. En definitiva, estamos ante un paisaje en plena naturaleza, rodeados de pequeños robles y con una serie de caminos peatonales que convergen en el porpio embarcadero.
Si, en mi primera visita a Valdehuesa, ya comentaba lo que había supuesto para esta zona la implantación del Museo de la Fauna Salvaje, este proyecto para LOS DEPORTES ACUÁTICOS relanza aún más la importancia turística y de ocio. Enhorabuena, Ana, a todos los que os preocupáis por el desarrollo y la promoción de la Montaña del Porma.
Fuente del rebeco y Casa Rectoral restaurada.
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