lunes, 16 de julio de 2012

LOS PUEBLOS DEL AYUNTAMIENTO (12): "VALDEHUESA"














Entrada al pueblo (Dcha.) y panorámica desde la carretera (Izqda.)

 
 
 
 
       BREVE RESEÑA HISTÓRICA,-

       (VALLIS-FOSA o valle de la fosa)
       Se encuentra citado por primera vez este pueblo con el nombre de VALLE DE OSA en documentos del año 987.
       Pertenecía al concejo de Peñamián y era señorío del obispo de León hasta que pasó a pertenecer, en 1836, al ayuntamiento de Vegamián y, en 1969, al de Boñar.
       Dista de Boñar 9,5 kilómetros.
       Su iglesia parroquial fue reedificada en 1899 gracias a los buenos oficios de D. Celedonio Pereda, hijo del pueblo, que fue vicario capitular de León. Está dedicada a Santiago Apóstol, en honor del cual se celebran las fiestas patronales el 25 de Julio.
       En este pueblo se conservaba un hórreo (derribado por un camión), mientras que el pantano de Vegamián lo bordea de cerca.












      Llegados al cruce de la carretera de montaña, a 6 kilómetros por encima de Boñar y poco antes del pantano a mano izquierda, se nota que este acceso ha mejorado considerablemente desde que se abrió al público el Museo de la Fauna Salvaje (Fundación Dr. Romero Nieto). Pero no solo se aprecia la mejoría en la carretera, sino también en el pueblo que nos ocupa: VALDEHUESA.












      Cuando se alcanza el falso llano  del camino después de una ascensión zigzagueante y, al contemplar las paredes verticales de la zona de escalada (a mano derecha), me viene a la memoria el suceso del lugareño que subió a cortar un enebro (con ayuda de los escaladores alpinistas) y se quedó allí colgado hasta el día siguiente, cuando vinieron a buscarle. Quien mejor conoce esta historia es Federico "el de Valdecastillo", nuestro querido y laureado PIERDEMISAS. ¿No es verdad, paisano?




El último hórreo (arriba) y la actual fuente del rebeco (abajo)


      Navegando por Internet, descubro que, en Valdehuesa, llegó a haber más de diez hórreos, todos ellos de estructura cuadrada. Lo cierto es que el último (que se encontraba situado donde está hoy la fuente del rebeco) fue derribado por un camión en un accidente fortuito, y no fue reconstruido.












      Al recorrer sus calles (la Ctra. General y la Cimera) y fotografiar sus edificios, resulta casi imposible no encontrarse con el fondo de las elevadas montañas que envuelven y protegen a este pueblecito. Únicamente cuando se enfoca la cámara hacia el pantano, es posible no tener como telón de fondo la roca, sino el agua embalsada.










      Mientras me encontraba encaramado a la torre, después de fotografiar sus dos campanas, entablé conversación con un "paisano" que se encontraba en la huerta contigua. Le pregunté por la llave de la iglesia, pero no supo darme razón de quién era el/la depositario/a; con lo cual no pude sacar fotos del interior. Gracias, sin embargo, buen hombre.
      No me tropecé con nadie más en todo el recorrido vespertino. Al atardecer de un día de verano en la segunda semana de julio, el pueblo se encontraba prácticamente desierto. Y pensar que, no hace tanto, sus dos restaurantes (El Venado y La Forqueta -actualmente cerrado-) estaban muy solicitados y concurridos. También en esto está influyendo la famosa crisis "recesiva".







       Aunque ya había hecho algunas fotos al regresar de Rucayo, espero volver algún otro día para centrarme en el MUSEO DE LA FAUNA SALVAJE, "iniciativa única en España y Europa, nacida para dar a conocer la fauna del mundo". Con la ayuda de mi buen amigo Lucas "el de Oville", todo será mucho más fácil y formativo. De momento, sigamos disfrutando, desde el mirador de Vegamián, del paisaje del Museo que se asoma hacia el pantano.


ALBUM DE "VALDEHUESA"
(Casas y montañas)










































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