De norte a sur, la villa de Boñar se encuentra configurada por los siguientes barrios: LA CORREDERA, PORMASOL, LAS ERAS-EL PARQUE, LA PLAZA, LA ESTACIÓN y SAN ROQUE. Décadas atrás, cada uno de estos barrios organizaba su propia "fiesta" (dentro del programa de SAN ROQUE). Últimamente, sólo LAS ERAS mantiene esta tradición.
La Avda. Madrid/Avda. de la Constitución vertebra este barrio
Mi familia -según el testimonio que me han transmitido- fue la primera que habitó en la calle que da nombre al barrio (año 1949). Yo tan sólo contaba tres meses de edad cuando mis padres se desplazaron desde La Ercina para vivir en el número 15 de dicha calle.
En cuanto al nombre de LOS CHALÉS, se debe a D. Federico Cubillo que, además de construir el suyo propio, construyó la doble fila de viviendas (16 en total), todas de planta baja, que componían el citado vial. Una especie de anticipo de lo que hoy se denominan "chalés adosados". Ambas edificaciones están separadas por una calle sin salida, conocida como "el paseo".
Aunque hoy ha cambiado mucho la estructura de las casas y apenas seis viviendas se encuentran habitadas de forma contínua, en los años de mi infancia la calle San Roque estaba habitada por completo. Según me cuentan, fueron las nietas de la asturiana Doña Lola (Carmela y Sarita) quienes me enseñaron a andar. Precisamente, esta familia de Oviedo era una de las que animaba el barrio durante muchos veranos consecutivos.
Este chalé, hoy VILLA DEL VALLE, estuvo habitado por la familia Roa de Gijón y, posteriormente, fue adquirido por la familia del doctor RAMOS (+), cuyos herederos se lo vendieron al actual propietario.
Junto con el chalé de LAS CANTERONAS, que corona el alto del mismo nombre, son los dos más antiguos. Este fue propiedad de la familia Revuelta antes de que lo comprase la familia Carreño-García (cuyos herederos lo habitan hoy).
Entonces, Boñar estaba densamente poblado, gracias a las minas y a la construcción del pantano del Porma. Aparte las polémicas de unos barrios con otros, los niños contábamos con variedad de juegos: el MANRO, A LA UNA ANDA LA MULA, el PAÑUELO, el ESCONDERITE, el PITE, las CANICAS, la PEONZA, los TACONES, los PLATILLOS... etc. A pesar de que no había TELE ni PLAYSTATION, pasábamos muchas horas en la calle o la plaza como lugares más aptos para la diversión. Dependiendo de la climatología, cada época del año era propicia para uno u otro juego. Eran una auténtica "ludoteca".
En definitiva, de un tiempo a esta parte, aquel primer chalé de Cubillo fue continuado por otros varios: LA SOLANA (familia Zapico), el de la familia Población-Gutiérrez, familia Rodríguez-Hurtado, Boñar Residencial (con sus tres bloques de pizarra), familia Amigo-Linares... etc.
Chalé de la familia Amigo-Linares
Todos estos chalés jalonan la entrada a Boñar por la parte sur (carretera de Puente Villarente) y confieren a nuestra "Villa del Negrillón" un aire señorial.
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